El exalcalde de Sabaneta, Santiago Montoya Montoya, dejó huella en la historia reciente del municipio con un estilo de gobierno cercano, transparente y enfocado en el bienestar de la comunidad. Su lema de campaña y gestión, “De corazón y palabra”, no fue un simple eslogan político, sino una filosofía de vida que se reflejó en cada obra, proyecto social y decisión de su administración.
Obras que transformaron a Sabaneta
Durante su mandato, Montoya impulsó una serie de proyectos que modernizaron al municipio y mejoraron la calidad de vida de sus habitantes. Entre los más destacados se encuentran:
- Infraestructura educativa: construcción y mejoramiento de instituciones educativas, garantizando más cobertura y calidad para los jóvenes sabaneteños.
- Espacios deportivos y recreativos: fortaleció la red de escenarios deportivos, apoyando la formación de talentos locales y creando entornos seguros para la práctica de deporte y la sana convivencia.
- Movilidad y urbanismo: desarrolló obras viales estratégicas que ayudaron a enfrentar los retos del crecimiento poblacional, facilitando la conexión con Medellín y otros municipios del sur del Valle de Aburrá.
*Parques y espacio público: promovió la recuperación y construcción de parques, zonas verdes y espacios para la familia, consolidando a Sabaneta como un referente de ciudad amable y sostenible.
Gestión social y cercanía con la comunidad
Más allá de las obras físicas, Santiago Montoya se caracterizó por su proximidad con la gente. Su administración fortaleció programas sociales para adultos mayores, niños y población vulnerable, fomentando valores de solidaridad y respeto.
El contacto directo con los ciudadanos, escuchando sus necesidades y cumpliendo su palabra, reforzó la confianza en la institucionalidad y el sentido de pertenencia de los sabaneteños.
Un legado de confianza y progreso
La gestión de Montoya consolidó a Sabaneta como uno de los municipios con mejor calidad de vida del país, combinando crecimiento urbano con responsabilidad social. Su visión de futuro y la coherencia entre sus palabras y acciones hacen que hoy su nombre siga siendo recordado con gratitud.
De “corazón y palabra”, Santiago Montoya demostró que el verdadero liderazgo se ejerce con compromiso, transparencia y resultados visibles para la comunidad.
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